miércoles, 29 de agosto de 2012

El pase

El pase es la gratificación al esfuerzo de quien está al lado nuestro y comparte nuestros mismos colores. Es la destreza que distingue al rugby de los demás deportes. ¿Y qué es una destreza? Cuando a la técnica, que se adquiere mediante ejercicios de repetición, le agregamos la habilidad que nos permite realizarlos con oposición, habremos incorporado una destreza.

Todos sabemos que el mantenimiento de la posesión es el cimiento sobre el que debe apoyarse todo equipo con pretensiones de lograr el éxito. Pero ¿cómo logramos mantener el control de la pelota?, si nuestros jugadores no son capaces de pasarla con eficacia o agarrarla sin que se les caiga.
El pase para ser efectivo debe realizarse en el momento justo, para dejar siempre a un compañero en posición favorable.
Lo primero sería: dejar que la pelota haga el trabajo por uno. El cuerpo debe ser el vehículo que le permita a la pelota trasladarse en forma natural, desde donde viene, hacia donde irá.
La razón por la cual los buenos jugadores tienen tiempo para cambiar de dirección sobre la marcha una vez que reciben la pelota o están por efectuar el pase, es porque saben usar la plasticidad de su cuerpo. Los jugadores habilidosos tienen una perfecta coordinación en sus manos, pies, ojos y cerebro. Ya que nadie ha nacido con todas las destrezas incorporadas, resulta obvio, que si un jugador ha adquirido una habilidad, seguramente ha sido luego de haber realizado un trabajo duro, rutinario y continuado. No todos los jugadores dedican el mismo tiempo y el mismo esfuerzo para mejorar sus destrezas, pero sin embargo, sólo la dedicación y el empeño en el entrenamiento crean mejores jugadores, mejores equipos y como consecuencia: mejor juego. No hay mayor frustración que practicar un deporte cuando sabemos que nuestra habilidad es escasa.
Los jugadores de calidad son dueños de ese sexto sentido que les permite conocer, percibir o intuir, cuáles son las destrezas que deben emplear en cada una de las situaciones del juego. Los buenos jugadores saben traducir ese talento a la acción, plasmando los movimientos que tanto han practicado en forma ya casi intuitiva y mecánica.
Muchos entrenadores están tan obsesionados con el juego táctico y posicional que se olvidan de dedicarle mayor tiempo a la práctica de los conceptos básicos del juego, el ABC sobre el cual debe construirse la estrategia. El equilibrio y la plasticidad son la base del buen manejo de la pelota, sobre todo, cuando el jugador va corriendo a toda velocidad. El portador debe correr llevando la pelota firme y lista para poder pasarla, aun en el momento menos pensado. Esta carrera armónica transfiriendo todo el peso de un pie al otro, nos permite en el instante en que lo decidimos, realizar un imprevisto cambio de dirección. El receptor debe atacar la pelota (no esperarla) para ganar ese segundo que será esencial para hacer llegar velozmente la pasdelota al wing. Es necesario saber que en 2 segundos un jugador avanza 8 metros.
Fundamentos del pase
El pase debe ser veloz, preciso, controlado y dirigido, de modo que le permita al jugador tomar la pelota a la carrera. Las manos del receptor deben permanecer quietas y deben marcarle al pasador, el lugar donde quiere recibirla. Cuando el portador realiza el pase, su trabajo consiste en que la pelota le llegue al receptor, suave (no un balazo) y con tiempo y espacio suficiente como para poder decidir qué hacer con ella. La pelota se debe agarrar, frenándola con una mano y asegurándola con la otra. El secreto al efectuar el pase es que la mano que está detrás de la pelota (la derecha si está pasando hacia la izquierda, y viceversa) es la responsable de darle la fuerza al pase, mientras que la izquierda le da la dirección al zeppeling. En un buen pase es importarte que la pelota se dirija hacia la mano externa del receptor. Esto permitirá que el pase no sea al cuerpo para poder mantener la velocidad de carrera. Al efectuar el pase, las manos, la cabeza y el torso deben girar al mismo tiempo como una unidad sobre el pie que soporta el peso del cuerpo. El pase debe ser dirigido hacia delante del receptor –se debe pasar al espacio no al cuerpo– y tiene que ir a la altura del pecho. De esta forma, el receptor puede ver a su marca, en la misma línea de la pelota. Si en cambio la recibe a la altura de la cintura, al bajar la vista para ver la pelota, pierde de vista a su marcador. El receptor antes de recibir la pelota ya debe tener en mente la ubicación del apoyo disponible –cercano o profundo–. Todo jugador debe ser capaz de mantener la pelota fuera de la zona de tackle. El contrario podrá agarrar al jugador pero nunca la pelota. Los jugadores también deben tener la habilidad para sacar un pase rápido por arriba de sus hombros, sobre su cabeza y por debajo de sus rodillas. Cuánto mayor sea el repertorio de pases que podemos realizar, más posibilidades tenemos de mantener el control de la pelota. Un pase veloz a un apoyo cercano no debe ser un pase fuerte (misil) imposible de agarrar.

Requisitos básicos para un buen pase
  • Concentración: El receptor debe saber en qué momento recibirá la pelota.
  • Alcance: Obliga a la defensa a separarse y crea espacios para atacar.
  • Velocidad: Le permite a los jugadores mantener la pelota viva bajo presión.
  • Precisión: No sirve un pase largo o fuerte si la pelota no llega a destino.
http://www.revistarugbymundial.com.ar/

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